Boletín de información del EEC. 10 de Febrero de 2016.
 

Boletín Rojo

del Espacio de Encuentro Comunista

No os lamentéis, organizaos

Presentación del Boletín

Aunque solemos enviar el Boletín al final de la semana, en esta ocasión hemos querido adelantarnos para ayudar a difundir dos convocatorias que consideramos importantes. La primera de ellas tendrá lugar este jueves, día 11 de febrero, y denunciará la criminalización del derecho a huelga que ha llevado a cientos de sindicalistas a estar involucrados en procesos judiciales. La otra acción tendrá lugar el sábado 13, y también tiene como foco la denuncia de la represión contra la contestación, esta vez en un ámbito más general. Puedes encontrar los detalles de ambas convocatorias al final del Boletín. El texto central de esta semana es la crónica de la reunión de debate en Madrid sobre el documento que presentó en diciembre el grupo de trabajo de Internacionalismo y Antiimperialismo. Te recordamos que el texto original, que ya fue enviado en su día por correo electrónico, está disponible también en la web del EEC. Aprovechamos también para recordarte las próximas sesiones de discusión. La del grupo de trabajo de Organización, como ya os informamos, tuvo lugar el pasado domingo e incluiremos su crónica en un próximo Boletín. En los dos próximos domingos tendrán lugar las dos últimas sesiones:
  • Domingo 14 de febrero. Grupo de trabajo de Género.
  • Domingo 21 de febrero. Grupos de trabajo de Movimiento Obrero y de Formación.
Todas las reuniones son a las 10:30 de la mañana en la sede del sindicato co.bas, que está en la calle Moratines 22, escalera 1, 1ºB, en Madrid. Te animamos a acudir a estas sesiones de debate si estás por Madrid estos días. Se están celebrando en un tono muy distendido y el debate es muy interesante. Para cerrar los recordatorios, es obligatorio mencionar la tercera asamblea del EEC, que tendrá lugar los días 12 y 13 de marzo. En ella vamos a hacer el último debate sobre los documentos en sesiones separadas y paralelas, y nos reuniremos en un plenario final en el que conoceremos las conclusiones de cada grupo y decidiremos sobre la evolución inmediata del EEC. Con objeto de poder planificar las jornadas del 12 y 13 de marzo, te agradeceríamos que nos enviaras un correo antes del 26 de febrero indicándonos tu intención de acudir y el grupo de debate en el que te gustaría estar presente (programa político, organización, internacionalismo, género, movimiento obrero o formación). Si podemos ayudarte con el alojamiento, indícalo también. El correo es el de siempre encuentrocomunista@yahoo.com  

Crónica de la reunión de debate del documento de internacionalismo y antiimperialismo

Introducción del acto

El domingo 31 de enero tuvo lugar la segunda reunión de discusión de los documentos generados por los grupos de trabajo. Esta vez tocaba el turno al texto de Internacionalismo y Antiimperialismo. El compañero que actuó de coordinador del grupo hace la introducción y nos explica que el documento fue redactado entre tres camaradas, presentes todos en la reunión. También nos advierte de que ellos mismos no consideran el texto a la altura que debería haber estado y asume la responsabilidad ya que, por motivos ajenos a su voluntad, no pudo dedicarle el tiempo debido. Hay una introducción en el documento en la que se analiza el estado del planeta debido al productivismo de los últimos 200 años. Resalta que, en primer lugar, tiene que mencionar el productivismo capitalista pero que, en justicia, también tiene que recordar el productivismo del socialismo real. Pone como ejemplo de éste último caso un desastre tan claro como pudo ser el desecamiento del mar de Aral. Cita entre las influencias de este capítulo algunos trabajos del Comandante Fidel Castro, que señala al capitalismo y el productivismo como depredadores de la naturaleza. La elección de esta temática como punto de arranque vino dada por la idea, quizás personal, de que es difícil encontrar un marco más representativo para encuadrar el desastre en el que vivimos. Aparte del tratamiento ecologista, la introducción pretende contener un análisis transversal de lo que está ocurriendo en el mundo, un mundo en el que el imperialismo norteamericano campa a sus anchas. Para el compañero es el polo de poder que está poniendo toda la carne en el asador con la doctrina que ellos llaman “dominación de espectro total”, es decir, que aplican su dominio allí donde se presenta la oportunidad. No importa que estemos hablando de petroleo, de Internet, de agua, de territorios, de recursos naturales, etc. Esta doctrina es la guía básica que siguen en sus actuaciones el Departamento de Estado, las Agencias de Inteligencia o el Pentágono y se aplica a rajatabla. Quizás la manifestación más actual de esta doctrina es la guerra por el petróleo. El petróleo que se estaba vendiendo a más de 90 dólares el barril hace dos años, ahora se está vendiendo a 26. Para países productores, cuyo PIB depende en más del cincuenta por ciento de su venta, esto supone una rebaja del sesenta o setenta por ciento en los presupuestos del estado. Para que calibremos la magnitud de la caída, no puede dejar de establecer la comparación entre la situación de Venezuela y la de España. Si en España los presupuestos del estado hubieran sufrido un recorte del setenta por ciento habría gente muriendo de hambre, cosa que no ha ocurrido en el país suramericano. El cómo se ha llegado a este punto es una explicación que el camarada intenta resumir. En primer lugar y por primera vez en la historia, los Estados Unidos han legalizado la exportación de petróleo y gas, en su mayoría provenientes del fracking. De hecho, los EEUU se han ofrecido a la Unión Europea como alternativa al gas ruso. Por otro lado está la producción descontrolada de Iraq y, en general, el petróleo proveniente del autodenominado Estado Islámico. Una cosa es la producción controlada por la OPEP, en la que la producción de barriles/día está perfectamente establecida, y otra cosa es el mercado paralelo de petróleo. Desde hace dos años hay una sobreproducción paralela de petróleo que en su mayor parte procede del DAESH, comercializado a través de Turquía. A esto se une que hay una serie de países manufactureros -el ejemplo más claro sería China- en los que la producción industrial y el consumo han decrecido en los últimos dos años como consecuencia de la ralentización de su crecimiento. Este conjunto de factores son la punta de lanza de una estrategia norteamericana imperial, y no es precisamente nueva. Sigue la táctica de la doctrina Kissinger cuando afirmaba que había que “hacer chillar” la economía chilena en 1973. Lo han vuelto a poner en práctica en Venezuela, lo han intentado con Irán, pero va a tener un efecto demoledor en toda América Latina. El compañero termina su intervención resaltando lo que, a su juicio, son los dos temas que necesitan más debate en el documento: uno es la postura frente a Israel y otro la llamada a la Quinta Internacional a la que apeló Hugo Chávez. Toma la palabra un segundo camarada de los que intervino en la elaboración del documento. Comienza situándose en el punto dos del mismo. Si algo caracteriza la evolución del mundo de la política internacional hoy eso es la recomposición del imperialismo en una nueva forma más allá de lo que era la anteriormente conocida como política de bloques. Tras la caída del muro se crea la ilusión momentánea de que EEUU se queda como único actor que va a imponer su democracia a golpe de cañoneras. Esta ilusión queda fuertemente cuestionada cuando se produce la recomposición de Rusia como potencia imperialista emergente -idea que quizás pueda ser cuestionada- y en la aparición, quizás de forma más obvia, de la República Popular China como actor con intereses declarados en África o en América Latina. De la unipolaridad predecible tras la caída del bloque soviético, hemos pasado a un escenario de multipolaridad. La creciente agresividad del capitalismo en su forma imperialista, fundamentalmente del imperialismo norteamericano, que es el que actúa desde un planteamiento más militar, genera contradicciones fundamentales que hoy estamos viendo con toda claridad en la zona de Oriente Medio. Pero también podemos observar su actuación en las zonas donde actuó el denominado “socialismo del siglo XXI”. En estos países se está dando un proceso involutivo a manos de las oligarquías locales, apoyadas por el injerencismo de los EEUU, que está descomponiendo ese proceso democrático y popular que tomó fuerza en América Latina. Todo este comportamiento agresivo de los EEUU y las contradicciones interimperialistas corre el riesgo evidente de hacerse globálmente peligroso en forma de una tercera guerra mundial. Hay quien sostiene que ya se está dando aunque de una forma distribuida. Quizás sea prematuro afirmar tal cosa, pero sí que se están dando situaciones de intereses muy encontrados que pueden llegar a provocar este hecho. ¿Cómo podemos intervenir los internacionalistas -que somos comunistas- en clave de la solidaridad internacional con los pueblos oprimidos y contra las agresiones imperialistas? Más allá de declaraciones de solidaridad, nosotros tenemos bases en España, somos un país miembro de la OTAN. Por tanto tenemos que denunciar la función de la OTAN como brazo armado del imperialismo, hay que lanzar campañas para que no se usen las bases españolas en conflictos como los de Oriente Medio y el norte de África, denunciar el carácter imperialista de las guerras en curso y, por supuesto, mostrarnos a favor del derecho de los pueblos y de sus gobiernos a defenderse contra las agresiones imperialistas y a elegir quiénes son sus amigos. El camarada aclara que, con esto, trata de matizar la afirmación de que existen varios imperialismos, ya que no los considera iguales. Rusia no es una potencia eminentemente agresora, menos aún lo es la forma de penetración económica de China en áreas donde no condiciona en absoluto qué gobiernos deben tener, sino que escoge amigos en función de intereses económicos comerciales capitalistas, pero en absoluto agresores. En ese sentido, que Rusia esté apoyando al presidente al-Ásad le parece legítimo. Otro tema distinto es de qué modo el capitalismo se ha liberado de los controles de los estados. Recuerda cómo en el pasado se llegó a hablar de capitalismo monopolista de estado, es decir, de planificación capitalista. Esto toca a su fin a partir del final de la era Bretton Woods, que había significado un intento de regular los mercados comerciales, de materias primas y financieros, para que el capitalismo funcionara sin grandes colapsos. El cambio lo marca la desaparición del patrón-oro y el inicio de las desregulaciones financieras en la época de Thatcher y Reagan. El proceso, a día de hoy, está llegando a un extremo en el que la desregulación no les basta, y ahora es propio capitalismo el que regula a los estados. Es decir, una cuestión como la del TTIP lo que hace es invertir la situación. Ya no es que el capitalismo esté desregulado, es que ahora él pone reglas a los estados. Cuestiones como la legislación que genera el TTIP lo que está provocando es que si hay legislación de estados firmantes que es opuesta a la del TTIP, lo que tiene que cambiar es la legislación de los estados. Esto se puede materializar en cuestiones tan tangibles como pueden ser las legislaciones laborales -estamos en un marco en el que la desregulación laboral es parte de la lucha de clases- y todo lo que tiene que ver con etiquetados, seguridad alimentaria, derechos de los consumidores, etc. La aplicación del TTIP va a ser el liberalismo más atroz. Si después de la II Guerra Mundial el capitalismo intentó autocontrolarse para paliar las tensiones sociales ahora, con la situación en la que se encuentra de hegemonía en la lucha de clases, está dispuesto a tener las manos totalmente libres. Para los estados todo esto supone el fin de la ficción de la autonomía de los estados. Si Marx en su día dijo que los estados eran los consejos de administración de las grandes corporaciones, eso es todavía más cierto hoy que en el siglo XIX. El compañero ya hizo alusión a la dinámica de involución en América Latina. No quiere añadir mucho más, salvo añadir que estamos en una secuencia de derribo de las piezas de dominó. Es decir, los ataques contra el gobierno brasileño o contra el gobierno argentino, a los que hay que caracterizar al margen de lo que se ha llamado socialismo del siglo XXI pero que sí podían considerarse gobiernos amigos, ha sido la forma en la que las oligarquías locales, con el apoyo del imperialismo, van a intentar ahogar a procesos como el boliviano o, como por supuesto, el venezolano. El camarada nos indica que la siguiente sección del documento presenta la visión de la Unión Europea como un corsé que oprime a la clase trabajadora. Lo que estaba claro es que, desde su origen, la Unión Europea era la Europa del capital: si el origen se encuentra en la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, no puede haber engaño; ya nos está señalando cuál es la naturaleza de esa Unión Europea. Por tanto, las visiones reformistas que dicen “no al Euro” y “otra Europa es posible” resultan incompresibles, no es posible una cosa sin la otra. En el proceso de evolución y de intentos de conformación de la arquitectura financiera y económica de la Unión Europea la aparición de la moneda única era una consecuencia posible -quizás no obligada-. En esa convergencia no tiene sentido separar el Euro de lo que es la Unión Europea. Si decimos no al Euro tiene todo el sentido decir no a la Unión Europea. Y esto por muchos motivos. Primero porque vivimos un momento en el que el capital y sus multinacionales necesitan una recomposición que les permita recuperar su tasa de beneficio. La Unión Europea es el brazo legal que va introduciendo todas las políticas destinadas al desmonte del estado del bienestar. No nos podemos engañar sobre su propia naturaleza. Pero es que, además, se ha ido blindando legalmente, ley tras ley, de tal forma que cualquier intento de plantear una reforma quedaría condenado al fracaso. El fenómeno Syriza, por afectar al juego que marca la legislación del capital en la Unión Europea, demuestra claramente cuáles son los límites de jugar dentro de ese marco europeo. Por tanto, la visión que tiene el reformismo nos parece absolutamente un camino sin salida. Según el camarada sí que podemos admitir que en esa Unión Europea existe una relación centro-periferia. Cuando desde las visiones antiimperialistas hablamos a nivel global de relaciones centro-periferia, no nos podemos olvidar de que en lo regional, y Europa es una región, también existen esas relaciones centro-periferia. ¿Que existen unos intereses de acumulación del capital de manera global? Sí. ¿Que Alemania juega un papel en esa relación centro-periferia un tanto imperialista en las relaciones con el sur? El compañero opina que también es así. Es decir, juegan fuerzas e intereses diversos. Lo político está presente como lo económico es determinante en la visión de la nueva Europa. Toma la palabra la tercera compañera que participó en la elaboración del documento. Quiere llamar la atención sobre lo que significó el internacionalismo desde que el propio Marx lo formuló en el siglo XIX, donde ya estaba conformada la economía-mundo y la relación centro-periferia. Y cómo esta estructura de centro-periferia, esta mundialización del capital ha continuado con sólo un cambio de los actores principales (el centro pasa de Gran Bretaña a EEUU tras la II Guerra Mundial). Quiere poner énfasis, sobre todo, en la dificultad que hoy en día tenemos la clase trabajadora para adquirir, no solo ya una conciencia de clase, sino una conciencia de clase internacionalista. Porque desde el siglo XIX para acá la burguesía se ha empeñado en fragmentarnos y las lineas de división que ha explotado el capital han ido cambiando con las épocas. Pone como ejemplo el sexo, que ha sido una linea de fragmentación incluso desde antes de que el capitalismo se desarrollara como modo de producción dominante en Europa. La competencia entre hombres y mujeres dentro del mundo del trabajo ya supuso una linea de fragmentación. Pero fundamentalmente, la linea más importante de fragmentación ha sido las diferencias étnicas y raciales. Explotadas, sobre todo teniendo en cuenta que los países del centro capitalista, en su dimensión colonial imperialista, en su sometimiento a los países de Asia, de África, ha presentado a esas poblaciones aplicando una ideología racista o de supremacismo blanco, como etnias o razas inferiores. Ha intentado crear en las clases trabajadoras de los países del centro un sentimiento de xenofobia y en los países colonizados un sentimiento de odio hacia las clases trabajadoras de los países centrales. Esa linea de fragmentación la ha explotado muy bien la burguesía y hoy estamos viendo cómo eso se está reforzando, se le ha dado otra vuelta de tuerca más y cómo, para mantener los conflictos que hay en Oriente Medio, se está explotando el tema del islamismo para crear sentimientos xenófobos dentro de las clases trabajadoras de los países del centro. Ésto está funcionando; además, lo está capitalizando la extrema derecha con el crecimiento de los partidos fascistas -lo podemos ver en Francia, en Alemania, en Gran Bretaña-. Éste es uno de los retos más importantes que tenemos actualmente: construir una conciencia de clase internacionalista que pasa por desmontar toda esa argumentación xenófoba. Es muy difícil, tenemos delante un aparato de propaganda muy poderoso y nosotros unos medios rudimentarios. Es necesario que las clases trabajadoras de todos los países adquiramos una conciencia de que el capital es el mismo en todas partes. Por tanto, la clase obrera también es la misma en todas partes. Vuelve a tomar la palabra el segundo interviniente para acabar con la introducción al documento. Consiste en un análisis de lo que hemos calificado como “la izquierda en sentido genérico” distinguiendo en ellas las fuerzas comunistas de lo que es la vieja socialdemocracia, a la que correspondería más bien el término de social-liberalismo, y la nueva socialdemocracia (Podemos, Syriza, etc). Parte de hacer un cierto análisis porque la caida del socialismo en la Unión Soviética ha significado un golpe psicológico, moral y emotivo sobre el propio concepto de izquierda y especialmente, en lo que a nosotros nos afecta, a la izquierda comunista. Un golpe que ha puesto en tela de juicio cierta creencia diríamos “casi religiosa” dentro de las distintas corrientes comunistas, de una visión determinista. Es la visión que venía a sugerir que, puesto que el capitalismo tiene unas contradicciones internas que a largo plazo no puede resolver, pues puedes sentarte a la puerta a esperar ver pasar el cadáver del enemigo. Marx y Engel siempre enfatizaron que la caída del sistema capitalista no vendría tanto por sí mismo sino por la acción de los trabajadores, que las condiciones objetivas estaban ahí, pero que las subjetivas eran fundamentales. Ni la vieja ni la nueva socialdemocracia están en condiciones de dar una alternativa al capitalismo. Lo primero porque no se cuestiona al capitalismo. Segundo, porque suelen apelar a factores críticos de segundo o tercer orden, no a los factores fundamentales del antagonismo y los intereses de clase, de carácter no neutral del estado y de cómo se produce la plusvalía. La recuperación de nuestra presencia dentro del movimiento obrero pasa por trabajar también dentro de una nueva subjetividad. Es decir, del ideal del socialismo. En ese sentido, piensa que quizás sea lo más provocador, y donde nos enfrasquemos un tanto. Admite que ha podido ser planteado de un modo un tanto burdo, pero si no hubiera sido redactado de esa manera tan abierta, cree que siempre seguiríamos dando vueltas, hablando de la necesidad de la unidad pero sin una concreción. Entiende que cuando se pertenece a una Internacional o a una de las muchas fracciones de esa Internacional, plantear la creación de una Internacional que supere las divisiones históricas de las distintas corrientes comunistas puede resultar brutal. Cree que no es verdad, entiende que realmente hay un hecho incuestionable, y es que la desaparición del elemento político que justificó las divisiones entre las dos corrientes principales del marxismo, volver sobre debates de según qué tipo -sin decir que los debates no estén justificados- tendría mucha más justificación sobre el porqué desapareció la Unión Soviética que ciertos debates que en el fondo no hacen más que reforzar los bloques de comunistas frente a comunistas. En definitiva, en gran medida está superado objetivamente el hecho de las divisiones y que hay ciertos intereses de que esas divisiones en la práctica no desaparezcan. Es así como se plantea el ir a una idea de la Quinta Internacional, no porque la plantease Chávez, sino porque hoy es una necesidad. No como algo para hoy ni para mañana, pero en algún momento deberá ser planteado. Y por último, y en lo que son los destacamentos, los agrupamientos, los grupos que no son específicamente partido -como el propio EEC- que pudieran existir en otros países, precisamente por la pluralidad de nuestra propia composición, cree que sería erróneo por nuestra parte plantear un solo socio en cada país. ¿Por qué no varios? Esa pluralidad existe si hay varias voluntades que están buscando el propio encuentro entre comunistas parece que lo lógico es que los socios los definamos por la proximidad de sus posiciones políticas a las que defendemos nosotros.

Bloque de discusión colectiva

Los compañeros pertenecientes al grupo que redactó el documento dan por concluida la presentación. El moderador abre el turno de palabras. El primer camarada en intervenir se pregunta porqué los trabajadores de la Unión Soviética asistieron sin ofrecer resistencia al desmontaje sistemático de su modelo de sociedad. Reflexiona sobre la hipótesis de que no se sintieran propietarios de los medios de producción, de que no hubiera un modelo de organización de determinadas características en los medios de trabajo. Reflexiona también sobre una posible deriva de la burocracia, de la importancia del XX Congreso como punto de giro hacia posiciones revisionistas, de la influencia del eurocomunismo, etc. Sin quitar importancia al empuje del imperialismo, quizás tengamos que preguntarnos qué hemos hecho nosotros. ¿Qué falló ahí? Se hace la misma pregunta aplicada a Venezuela. ¿Por qué un estado asistencial refleja una política interclasista y es finalmente abandonado por los trabajadores? La clase trabajadora venezolana no se siente dueña de los medios de producción porque están en manos del capital, no ha habido una verdadera revolución, no ha habido una usurpación de esos medios. El imperialismo usa los medios de producción para boicotear la producción y la distribución. Estas limitaciones deben ser analizadas, comprendidas y explicadas. Se pregunta a continuación por la importancia del rigor y de la disciplina. Pone el ejemplo de la sociedad capitalista, donde la apariencia es “multicolor” pero por debajo, en el ejército, en la policía, en la judicatura hay una disciplina jerárquica extrema. La sociedad no es consciente de la disciplina que rige en los estamentos que sustentan el sistema y se deja impresionar por una apariencia de libertad, consumo, multicolorismo, etc. Frente a esta disciplina del estado reclama una disciplina nuestra, la cual no considera incompatible con una visión amplia dentro del análisis marxista. Toma la palabra un nuevo compañero. Señala que, en principio, los documentos hacen un análisis con el que está de acuerdo, quizás se pudiera ampliar, pero le parece bien. Sin embargo, echa de menos una conclusión. Él propone una conclusión que presenta a debate. Presenta el trabajo de armazón ideológica que se está realizando en el EEC que considera importante. Además, está convencido de que se tienen que estar dando iniciativas de este tipo en otros países europeos. Expone que si nos centramos unicamente en organizaciones de alcance nacional, cuando el imperialismo ha desplegado un ataque a nivel europeo tratando de recobrar su tasa de ganancia a través de la expropiación del estado del bienestar y de los derechos conquistados de los trabajadores, han quebrado la resistencia de la izquierda. Entiende por izquierda no solo a los comunistas, también incluye a aquellos de nuestra clase que militan en partidos de la socialdemocracia, que son realmente de nuestra ideología y ellos no lo saben o no lo quieren entender. Si vamos hacia la construcción de organizaciones de tipo nacional, nos las van a dar todas juntas. Hay que ir a la construcción de una organización de tipo internacional, que no tiene porqué llamarse Internacional, pero que podría heredar gran cantidad de reglas y el espíritu que se usaron en la I Internacional. Los partidos de tipo nacional no fueron capaces de conservar ese espíritu. Enlazando con lo que dijo el camarada anterior, él combina en su imaginario la disciplina del militante con una visión amplia de los problemas. Nosotros pertenecemos a un club imperialista. Jugamos en ese club un papel secundario, tenemos bases que se usan como punta de lanza para la explotación de otros países. Nosotros estamos dentro de un área imperialista, y para combatir a ese imperialismo tenemos que actuar como destacamento amplio que tenemos que ayudar a crear en nuestro propio país e inmediatamente en toda Europa. La primera internacional tenia secciones en distintos países. La segunda internacional fue la agrupación de partidos nacionales. Tenemos que aprender de la historia para corregirla. No se trata de copiar, hay que innovar, se trata de aprender y corregir. Un nuevo compañero interviene. Si hay algo que a él le interesaría sería el cómo generar esta conciencia internacionalista. Pero al hilo del debate que se ha establecido le han parecido interesantes dos aspectos. Por un lado el tema de la Internacional y por otro, la cuestión de los principios, de la disciplina. Respecto al tema de la Internacional piensa que vamos muy deprisa. No le parece normal plantear una internacional cuando no tenemos una estructura estatal. Tampoco entiende cuando se dice que tiene que ser una Internacional más amplia, más abierta. Es complicado pensar en una Internacional plural. El compañero no piensa que estemos en una situación realmente más propicia para pensar que hayamos superado las divisiones. La contradicción consiste en plantear una Internacional abierta a todas las corrientes del marxismo, cuando son algunas incluso antagónicas en algunas cuestiones, y a la vez hablar de disciplina. Es incompatible, no puede haber disciplina si no hay una firmeza de principios. Más aún si se quiere actuar de forma cohesionada. El compañero anterior estaba poniendo como ejemplo la I Internacional. ¿Dónde acabó la I Internacional? ¿Cómo acabó? Habrá que ver en qué falló la I Internacional y habrá que ver también los aciertos de la II Internacional, que es una Internacional más cohesionada ideológicamente. Un resultado cercano y positivo de la II Internacional son las Brigadas Internacionales de la Guerra Civil Española -se le corrige indicándole que eso lo organizó la III Internacional-. Poner como ejemplo la I Internacional él lo vería como un paso atrás. [Nota del acta: desde el momento en que se pone como ejemplo un hecho achacable a la III Internacional no queda muy claro si en todas las menciones del compañero a la II Internacional también quería referirse a la tercera.] Un nuevo compañero quiere hacer una serie de apuntes telegráficos. Hace poco tuvo acceso a un dato que le llamó la atención: el 97% del circulante financiero mundial es deuda. Actualmente cuanta más deuda controles, más poder tienes. Esto es un hecho nuevo en la historia del capitalismo. Es un dato objetivo que tiene que calificar el tipo de capitalismo del siglo XXI. Entra ahora a recordar la cuestión introducida por el primer interviniente sobre los motivos de la caída del socialismo real. Está de acuerdo con el análisis del compañero y, siendo uno de los que han participado en la redacción del documento, reconoce que no pensaron en incluir ese tema. Propone que si el interés parece general, se puede pensar en una ampliación en esa linea. Si hay aportaciones sobre ese tema, que se presenten, se defiendan y está seguro de que enriquecerán el debate. Quiere aportar también su visión sobre Venezuela. Según él, el que Venezuela no es un país socialista es algo que sabemos todos; que la revolución en Venezuela es una revolución socialista a él le parece claro; que hay contradicciones y se han cometido errores, por supuesto; que los medios de producción de ese país están en manos de la oligarquía apátrida, cierto. Pero que en Venezuela, donde él ha vivido, ya no hay niños con la barriga hinchada, también es totalmente cierto; que en todo el país hay médicos cubanos y venezolanos que te atienden gratuitamente las 24 horas del día, también cierto; que los mayores analfabetos pueden ir a las misiones Robinson a sacarse el graduado, también cierto; que en Venezuela se han construido un millón de viviendas, cierto. Que en Venezuela también hay una boliburguesía, cierto; que hay corrupción, cierto. Pero eso es lo que tienen las revoluciones democráticas, que son contradictorias. Y no olvidemos que Venezuela está en estado de guerra. Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo; las mayores reservas, junto a Brasil, de agua; grandes reservas de recursos tan preciados como el coltán; por lo tanto Venezuela es un territorio muy apetecible para los EEUU y desde que Chávez es presidente el país esta bajo una guerra solapada. ¿Cuáles son los vectores de actuación de esta guerra? Un ataque a la moneda orquestado desde Miami. Lo que ellos llaman el bachaqueo, que es la exportación ilegal de grandes cantidades de productos subvencionados en Venezuela al otro lado de la frontera Colombiana, donde son vendidos con grandes beneficios. Y, por último, el ataque al precio del petróleo. Ante este panorama el compañero no ve sentido a abrir entre nosotros un debate sobre Venezuela, prefiere referir a lo que publican los camaradas del Partido Comunista de Venezuela, del Gallo Rojo, que, siendo críticos con el PSUV y siendo críticos con Maduro, son críticos pero desde la unión patriótica nacional. Toma la palabra un nuevo camarada. Opina que el documento se está discutiendo saltando de una sección a otra y, siendo un texto complejo, este mecanismo no ayuda a clarificar el debate. Además, el documento entra en muchos temas a un nivel de detalle muy profundo, lo que hace que la discusión pueda perderse por los vericuetos que a cada uno le hayan llamado más la atención. Hace mención a esto porque piensa que la suerte que tienen las organizaciones que tienen una andadura larga es que esto ya lo tienen trabajado y, por tanto, cuando van a sus congresos periódicos, lo que hacen es recoger el análisis anterior que ya tenían hecho y lo actualizan con lo que consideran conveniente de la coyuntura del momento. Eso les facilita la discusión, porque hay partes de ella que ya tienen hecha. El EEC no está en esa situación. Partir ahora de cero mezclando camaradas organizados y no organizados en una discusión tan compleja como la política internacional, se presta a la avalancha interminable de matices. El camarada piensa que el texto está bien porque entra en todos los temas y, por tanto, nos va a permitir discutir sobre todo e ir aclarando -no consensuando- posiciones para ver dónde está la discrepancia y dónde está el acuerdo. Si quisiéramos entrar en la discusión pormenorizada del texto, y según las anotaciones que el propio camarada ha hecho en el documento, podríamos estar discutiendo durante meses. El compañero pone como ejemplo -y sin ánimo de polemizar- la última publicación del Partido Comunista de Venezuela, donde el análisis es más complejo -y más crítico- que el que ha presentado el interviniente anterior. Con esto no pretende crear un debate sobre este asunto concreto, sino poner un ejemplo de lo difícil que es llegar al fondo de cada asunto y lo delicado que es adoptar una postura como la contraria. El que nosotros discutamos de Venezuela merece la pena porque es un enfrentamiento que está vivo. Tenemos que tomar sus datos, y tomar una posición política. ¿Qué hacemos en la parte que nos toca? El compañero echa en falta, dado que somos marxistas y utilizamos el marxismo como método de análisis, la mención a que la economía a nivel mundial sigue cumpliendo la ley del valor, que no es más que la extracción de valor a través de trabajo no pagado. En ningún momento de la ponencia se usa esa terminología y, por tanto, no estamos viendo cómo está funcionando hoy en día el capitalismo. Si lo trasladamos a nuestro país, la economía capitalista está creciendo a un tres y pico por ciento, sin embargo no se ha hecho a raíz de ningún desarrollo o inversión en ningún sector productivo nuevo. ¿De dónde lo han sacado? Si tenemos un PIB que es similar al de 2007, ¿cómo con tres millones menos de personas trabajando es posible producir y tener ganancias sin haber hecho ninguna inversión en ningún nuevo sector de producción? La explicación la da el que tres millones menos de salarios es capaz de producir la misma riqueza que hace siete años. Por tanto, lo que está haciendo el capital en este país es utilizar la explotación de manera absoluta para incrementar su tasa de ganancia. El sistema usado a nivel mundial es similar, sin embargo el compañero no ve ese tipo de análisis en el texto. Cuando lee en el documento términos como “caida de la URSS”, “implosión”, “desaparición”, a él no le dicen nada. Lo que tenemos que decir es que la Rusia actual, la antigua Unión Soviética, está ahora dentro del capitalismo, porque eso sí que explica algo a la gente. Otra cosa es que, como dijo otro camarada, tengamos que explicar qué pasó allí. ¡Claro que tenemos que explicarnos qué pasó allí! ¿Cómo podemos explicarnos el que se pase de un modelo socialista -que cada uno lo llame como quiera- a un modelo capitalista sin que haya habido una resistencia de los trabajadores de la antigua Unión Soviética? Eso pasó allí, y está pasando en China, y está pasando en Vietnam. Si nosotros analizamos desde un planteamiento de que la extracción de valor se hace a través de trabajo no pagado, tenemos que meter ese análisis en el documento. Si no, estamos utilizando terminología de países contra países, y no es así. España no se pelea con Alemania: las industrias más desarrolladas del norte de Europa necesitan cerrar las industrias de aquí porque ellos necesitan quedarse con nuestro mercado. Y el estado alemán como tal estado lo que hace es implementar el que esas políticas sean posibles. La actuación de Rajoy, desde el punto de vista del capital lo ha bordado, desde el punto de vista de los trabajadores nos ha jodido. Nos ha quitado sueldos, prestaciones, etc. Todo el desarrollo para que el capitalismo español siga manteniendo su tasa de ganancia. El euro es la política que ha permitido bajar los salarios dentro de la Unión Europea, pero no particularmente a los españoles y a los portugueses, sino también a los propios alemanes. Los ocho o diez millones de trabajadores alemanes que están con los “minijobs” no representan ni más ni menos que una bajada de salarios. Y la bajada de salarios en un sector de producción obliga a que el resto de trabajadores tengamos que aceptar esas condiciones de más sobreexplotación. Y si no analizamos desde esos parámetros económicos no podemos saber lo que está pasando. Y no es un problema solo de que luego analicemos cómo funciona los distintos países o los distintos niveles de organizaciones o de resistencias dentro de cada uno de los países. Cuando se mezcla en el texto Bolivia, Brasil, Venezuela, Nicaragua y demás, no todos están en la misma situación, ni tienen el mismo desarrollo de contestación ni de organización popular. Lo que está ocurriendo en Venezuela no tiene absolutamente nada que ver con lo que está ocurriendo en Brasil. Brasil es un país prácticamente imperialista dentro del ámbito de América Latina y utiliza los mismos métodos que usa la burguesía española, y el partido que está allí dirigiendo, el PT, no es más que un partido como podría ser aquí el PSOE. Otro ejemplo: en el texto se mezclan países que son productores de petróleo con países que son productores de gas. Y la pelea que tienen las dos macroempresas rusas que intentan traer el gas -no el petróleo- a Europa es un factor que nos explica en parte lo que está pasando, porque hay una necesidad de las empresas multinacionales rusas que necesitan canalizar y controlar parte del comercio del gas a nivel internacional y por eso se justifica la bronca con Turquía, la irrupción de Irán como nuevo exportador de gas. Tenemos que intentar analizar, más que desde el punto de vista de países que lo que tienen que hacer lógicamente, como buenos países capitalistas, es intentar defender los intereses de sus empresas, intentar ver cómo funciona la economía dentro de esos sectores que están implementando. No quiere dejar de mencionar el tema que tratá la compañera en la introducción sobre la influencia de las migraciones en la clase obrera porque lo tenemos abandonado. Lo tenemos como un tema humanitario, más que de unidad de la clase obrera. Aprovechemos el proceso hacia la tercera asamblea y el periodo que se abre después para discutir sobre todos estos temas que el documento nos ha puesto encima de la mesa. Por último, hace referencia al camarada que unas intervenciones más atrás se preguntaba cómo podemos nosotros aportar a la lucha antiimperialista. ¿Cuál es nuestra tarea? Se fija en el mensaje que transmiten desde todos los partidos: PP, PSOE, Podemos, IU. ¿Qué piden todos ellos? Estabilidad. ¿Para qué? Para que los capitales se desarrollen con tranquilidad. ¿Qué necesitamos nosotros? Inestabilidad. Estabilidad en la época de crisis es lo que les ha permitido a ellos bajar los salarios. De la inestabilidad es de donde nosotros podemos encontrar las vías, cuando el capital está intranquilo es cuando nosotros podemos hacer algo. En cuanto a la propuesta de Chávez, casi ningún partido le hizo caso porque era una propuesta muy ambigua, muy laxa. Pero el camarada sí que cree que necesitamos coordinación internacional. Al igual que lo que el EEC intenta hacer aquí, debería hacer un acercamiento entre organizaciones que se cuestionan las mismas cosas en distintos lugares. Llamémosle como queramos, podemos entrar a analizar todas las Internacionales, pero sí necesitamos una coordinación para un planteamiento internacionalista. Uno de los camaradas que participó en la redacción del documento hace una breve intervención para hacer notar que de los temas tratados hasta ahora en la reunión, el que él ve que puede merecer con mayor un desarrollo es el de las migraciones, que ha quedado recogido muy de soslayo. También está de acuerdo con reforzar el papel en el texto de la ley del valor como factor explicativo. Toma la palabra otro de los autores para repasar varios de los temas sacados en las últimas intervenciones. Primero aborda el tema de la Internacional y lo primero es ponerlo en su sitio. Por un lado, no pensar en algo así como una propuesta para abordar mañana. Por otro lado, recapacitar sobre el valor de las palabras, que a veces impresionan mucho. Al final, una Internacional es la coordinación de asociaciones internacionales de clase. A continuación inicia un recorrido por las distintas internaciones. Sobre la primera, siendo el modelo interesante, su composición no nos sirve. Ni Bakunin fue leal con los marxistas ni aquello podía durar mucho tiempo teniendo en cuenta las discrepancias respecto al estado. La segunda demostró con claridad dónde estaban sus límites: en la Primera Guerra Mundial demostró que era incapaz de dar respuesta a las ansias de paz entre los pueblos y lo que hizo al final fue subordinarse a la guerra entre las clases. Sobre la tercera y la cuarta se pueden mantener grandísimos debates que hoy ya no operan sobre una realidad que ha dejado de existir. Quizás podríamos obtener de ellas conclusiones históricas pero no debemos olvidar que algunas de ellas están sustentadas en la voluntad de que permanezca la diferencia. Y mientras el camarada no se considera congeniando con los miembros del secretariado de la IV Internacional, no tiene ningún problema en defender la honestidad y la actitud de cooperación con otros comunistas de amplios sectores trotskistas. Cuando decimos refiriéndonos a una nueva Internacional que es algo que no puede funcionar, él no sabe si funcionará o no, pero mirando el ejemplo del EEC, la realidad es que se pueden reunir comunistas de muchas tendencias. Necesitamos volver a unirnos. Primero empezar a hablar, y ver si después de empezar a hablar sentimos la necesidad de fortalecer principios comunes. En cuanto al tema de la generalización con los países Latinoamericanos, claro que entiende que son realidades diferentes, pero todas ellas tienen algo en común: la alianza de sectores de las oligarquías nacionales con el imperialismo para llevar a cabo procesos de redistribución de la renta. En el mejor de los casos, lo que se ha dado desde Venezuela hasta Bolivia pasando por Ecuador, es una redistribución de la Renta aprovechando un momento en que gran parte de las inversiones internacionales de capital, derivado desde el centro hacia la periferia, han afluido por una coyuntura histórica. Por otro lado, la comparación del PT de Brasil con el PSOE de España él no la haría ni por origen histórico, ni por composición, ni por políticas concretas. Por supuesto que a nivel internacional mantiene unas alianzas en las que no cuestiona en absoluto ni al liberalismo ni al capitalismo, pero sí es cierto que en otras cosas ha defendido causas como Venezuela y su gobierno. Mientras tanto, el otro día podíamos ver a Carmona -del PSOE- en televisión diciendo que él no pactaría jamas con los que apoyan a un gobierno como el de Venezuela que encarcela a miembros de la Internacional Socialista. Esas diferencias existen y en esas diferencias gobiernos burgueses de clase media que hacen ciertas políticas redistributivas como Venezuela o como Argentina, han sido gobiernos que han contribuido a aplicar que los procesos democráticos y populares -que no socialistas- no fueran aislados como han querido aislarlos. Atacar a Venezuela, Argentina o Brasil forma parte de una estrategia general. En cuanto al tema de Alemania, cree que se dan dos fenómenos. Uno a nivel europeo: hay una política de las multinacionales marcando las agendas a los gobiernos. Pero sí resulta claro que Alemania es el agente de esos sectores del capital y de las oligarquías que está marcando las agendas a todos los demás gobiernos. Hoy el peso de las políticas reaccionarias las marca la Unión Europea, el BCE, Alemania. Todos los gobiernos que representan a los intereses del capital tienen el mismo objetivo de defender al capital europeo, pero lo que es evidente es que no es lo mismo el que lo plantee un país del sur a que lo plantee un país del centro con un potencial económico mayor, entre otras cosas porque los de los países del sur le crean problemas de legitimidad a sus propios gobiernos. La política que marca Alemania, Rajoy la querría ahora mismo, pero la consecuencia es que ha perdido las elecciones aún ganándolas. La política que hoy dentro de la UE marca Alemania, está poniendo a un montón de países patas arriba. Alemania está jugando el papel de ser el capataz del capital europeo. Toma la palabra otro camarada para incidir en este tema. Según su opinión la frase del texto que dice “El dudoso éxito de su funcionamiento radica en la transferencia de las rentas nacionales de los países del sur hacia los del centro y norte de la Unión” es incorrecta. Cuando aquí viene una multinacional alemana y nos pone a trabajar para fabricar productos alemanes que luego ellos utilizan en los mercados internacionales lo que están es expropiando la plusvalía de los trabajadores españoles que trabajan para ellos, pero no hay una transferencia de propiedad; España no tiene capital como tal. Lo que hace el estado español es implementar que las políticas de explotación se lleven a todos los efectos pero no hay un capital de renta nacional que se lo lleven los alemanes. El país da soporte a que sus empresas defiendan sus negocios, no es el país como tal. Lo mismo que nosotros con Telefónica cuando opera con Sudamérica. Nosotros como trabajadores españoles no salimos beneficiados. Rajoy lo que hace es implementar en este país la política que marca la UE para que los capitalistas españoles en este país saquen la mayor plusvalía posible, por eso dicen que no ha habido inversión y, sin embargo, ha habido crecimiento. Nos lo están quitando del salario diferido, del salario indirecto y del salario directo; pura explotación. No se puede explicar la situación diciendo que el gobierno de Rajoy es “muy malo”. Lo que hace el gobierno de Rajoy es facilitar que la bajada de salario en sus tres variantes se pueda producir, y eso es el euro. El euro es la herramienta que necesita el capital internacional europeo para bajar los salarios a nivel europeo. Nuestras herramientas clásicas lo explican bastante bien, manejémoslas para salir ahí fuera y que la gente pueda comprender por qué necesita el capital quitarnos maestros y quitarnos sanidad y privatizar. Si el capital no tiene dónde invertir tiene que buscar sitios donde invertir. No privatizan para dar el negocio a un amigo, privatizan porque tienen que crear nichos de negocio donde meterse. Interviene otro camarada. Le parece que los documentos nos sirven para abrir una serie de discusiones e incluso para identificar las cosas en las que estamos más de acuerdo y en las que hay más divergencias. En cuanto al tema de la Internacional, él tiene especial interés en discutir sobre la primera, la segunda o la tercera. Él cree que debemos ir a la discusión porque nosotros como trabajadores en España no tenemos ninguna posibilidad de salir de la explotación del imperialismo y del capital extranjero nosotros solos, si no es con la ayuda de los franceses, de los italianos, de los alemanes o de los portugueses. Lo podemos ver a lo largo de la historia, no solamente en España, sino en cualquier otro país. Las revoluciones no se van a dar como se han venido dando hasta la última revolución que ha habido: una organización que crea una inestabilidad y de ahí surge una revolución; no. Las próximas revoluciones o se hacen con una colaboración plena y mutua de todos o ninguna saldrá adelante. En cuanto a la discusión sobre la enseñanza de la I Internacional le parece un ejercicio estéril. Si a él le interesa el tema, ya se informa por sus medios como cultura. Nosotros tenemos que hacer cosas nuevas, tenemos la obligación. Es como la manera de salir a la calle. Es algo que hay que pensar cómo se está haciendo. No podemos seguir saliendo en manifestaciones minoritarias y que no nos llevan a ningún sitio. Todo eso tenemos la obligación como comunistas de analizarlo. Nos puede parecer de locos estar pensando en una organización internacional pero nuestro pensamiento tiene que ir proyectando hacia eso. Investigar sobre cómo y porqué cayó la URSS puede ser objeto de estudio, pero no método de confrontación, y menos de medio de confrontación entre comunistas, que es lo que ha sido durante los últimos cincuenta años. Nos enzarzamos en discusiones que nos llevan a donde estamos. Si queremos hacer una cosas nueva, y espera que vayamos por buen camino, nos tenemos que dejar las mochilas en casa y avanzar. Su mochila es una experiencia de lucha, de fracaso, de no saber dar lugar o participar en una organización que haya sido capaz de emprender la marcha revolucionaria en este país. Eso son enseñanzas, y es como lo debemos proyectar hacia adelante. Vuelve la palabra a uno de los compañeros que defienden el documento. Quiere aclarar el punto que ha sido criticado en una intervención anterior sobre la transferencia de rentas nacionales. Explica el tema de la deuda. En este ámbito, aparte de la cantidad prestada hay garantías de cobro que son productos secundarios de tipo financiero que actúan como seguros por impago. Dentro de la inversión internacional tanto en deuda como en estos seguros, países como Portugal o como España tienen como principales acreedores a los bancos alemanes. Estando el corazón económico de Europa en la City de Londres, son los bancos alemanes los que tienen la deuda de los países del sur. Sí que hay una transferencia a través de la deuda. Interviene otra vez el camarada que hizo la crítica a la expresión sobre la transferencia de rentas nacionales para intentar aclarar. Cuando se presta dinero desde Alemania a España, no lo hace una empresa pública alemana o el estado alemán. Es un banco privado, como puede ser el Deutsche Bank, el que presta dinero a un banco español como el Santander o Caja Madrid, a los que a su vez nosotros contratamos la hipoteca. Por un lado, nuestra casa es la garantía de ese préstamo, pero, a la vez, ese banco alemán contrata un seguro a una tercera entidad para tener la seguridad de que, en caso de impago, el va a recuperar su dinero. Es todo un negocio entre capitalistas. La función de los estados es vigilar que eso se cumpla. Cuando viene Merkel a apretarnos las clavijas o le hacen un préstamo al estado español para rescatar un banco, están trabajando para que el banco privado alemán se lleve su pasta. ¿Quién paga en cualquier caso? Si nosotros no podemos seguir pagando la casa nos quitan el piso, con lo que nos quitan en realidad el salario que llevamos invertido hasta el momento en pagarlo. La función de los estados es el que todo este mecanismo funcione a nivel general. Toma la palabra una nueva compañera. Quiere incidir en la importancia que pueda tener la explicación de la caída de la URSS. Quiere enfocar esa discusión como un instrumento pedagógico. Agradecería que se difundieran referencias sobre bibliografía fiable sobre el tema. En el imaginario colectivo todavía está presente la asimilación de comunismo con URSS. Todos nos hemos visto enfrentados a la pregunta de “Bueno, ¿y por qué cayó la URSS?”. Profundizar en este tema es muy importante para darnos una explicación a nosotros mismos, aplicar un análisis marxista a este fenómeno, y para aclarar a los demás. Claro que hay que mirar para adelante, pero en este caso concreto de la caída de la URSS tenemos la necesidad de explicar a nuestra clase que es importante luchar por el comunismo, y que el comunismo no se agota en las experiencias de la Unión Soviética o de las supuestas experiencias comunistas de China. Hay que reconocer los yerros, pero lo primero es saber cuáles son. Interviene otro compañero. Él ha discutido el documento previamente con un grupo de camaradas y piensan que el texto contiene cuestiones que son de análisis de coyuntura (imperialismo, conflictos interimperialistas), que no niegan que sea un análisis imprescindible. Nos ve también un poco eurocentristas: por ejemplo, no se ha mencionado África. En el análisis de coyuntura, una vez contrastadas las fuentes, etc, podemos estar más de acuerdo. Pero después se abren un abanico de cuestiones ideológicas, que es dónde puede haber más conflicto. No dice que sea malo, la confrontación de ideas es buena si se da con voluntad superadora, sobre todo si, con humildad, vemos el estado de debilidad y caos que tenemos ahora. No vale con proponer espacios “nuevos” o una “nueva” internacional. ¿Estamos hablando de nuevo porque estamos en un contexto nuevo o porque es algo superador en lo ideológico? Por ejemplo, le ha llamado la atención la mención a un imperialismo más agresivo de EEUU frente a un imperialismo menos agresivo de Rusia. El compañero piensa que eso es una trampa: el imperialismo es imperialismo, y busca un objetivo que es hegemonizar y ampliar su mercado. ¿Cuál es la diferencia en el contexto actual entre los rusos y los americanos?: que la táctica de los americanos es desestabilizar, es hacer guerras, etc y los rusos están en una posición defensiva, de defender sus posiciones en Siria, su posición en Ucrania, etc. Sobre la caída de la URSS, plantear la cuestión como que las razones fueron la burocracia y que la producción no estaba en manos de los trabajadores, es una simplificación. No niega que pudieran ser dos factores importantes, pero es un reduccionismo que no refleja la multitud de problemas a los que se enfrentó la Unión Soviética. En cuanto a Venezuela, ha oído decir que es una revolución democrática, un concepto que a él le cuesta comprender. En su grupo defienden a Venezuela en tanto que es un país oprimido por el imperialismo que está conquistando su soberanía y van a defender todas las reformas que beneficien a la clase obrera venezolana. Apoyo a Siria, apoyo a Irán, incluso apoyo a Rusia porque están enfrentados a un imperialismo que es agresor. No MÁS agresor, sino agresor. Sobre Israel se han dicho dos cosas en las que coincide. Primero, que hay ver qué han dicho los propios palestinos. Si estamos hablando desde el internacionalismo, lo obligado es generar vínculos. Es más, no vería descabellado generar vínculos no solo con organizaciones marxistas, sino con organizaciones antiimperialistas y con organizaciones populares a nivel internacional. Decidir desde una reunión en Madrid si el estado de Israel debe seguir existiendo no le parece normal. También le ha llamado la atención cuando otro compañero ha planteado la cuestión de la identidad nacional. ¿Con qué legitimidad decimos que Israel es un estado que debe desaparecer? Está de acuerdo en que enfrentar un nacionalismo con otro o con un nacionalismo mal entendido no es la solución. ¿Desde qué contexto hablamos de la desaparición de Israel? ¿Desde la persistencia del capitalismo? ¿Desde una Palestina capitalista con opresión de clase? Si es para eso él no se molesta. La cuestión sobre si Israel es una nación o es un estado le recuerda a la cuestión nacionalista que tenemos en el estado español. ¿Son debates similares? Tras un breve descanso. Un camarada retoma el tema de la caída de la Unión Soviética. Para él, la “guerra de las galaxias” de la era Reagan fue un mazazo económico este país. La URSS, un estado redistributivo, no pudo asumir los costes de esa etapa de la carrera armamentística. Siendo ese aspecto comprensible, lo que en su opinión requiere de un debate extenso es el motivo por el que no sale la clase obrera a defender su estado. No quiere entrar con teorías apresuradas, y piensa que esa cuestión es digna de tener su propia reunión dedicada. En cuanto al tema de que una nueva Internacional supone una renovación en lo teórico no está de acuerdo. Todos partimos de un tronco común, que son las obras de Marx y Engels. Luego están los que piensan -como él mismo- que Lenin es un maestro imprescindible. En cuanto a los trotskismos, hay muchas corrientes, él no comparte las exclusiones en bloque. Hay mucho trotskismo que ha sido muy destructivo y hay otra parte que puede ser válida para acompañarnos en e EEC. Trotsky es parte de nuestra herencia marxista, es un referente inevitable. Desde la formación del ejército rojo hasta la formulación de alguno de sus postulados que pueden ser discutibles, pero están ahí y han generado reflexión. Con todos sus errores, los trotskistas son probablemente los que más producción teórica han generado. En algunos tratados de economía podemos llegar a encontrar ciertas posiciones trotskistas que no son precisamente el trotskismo keynesiano del gobierno griego. Una nueva Internacional sería comunista porque puede pensar que hay trotskistas que lo son, igual que son comunistas los maoistas, igual que los marxistas-leninistas, o cualquiera que se reivindique marxista. Hoy día ya no quedan los marxistas académicos, hoy reivindicarse marxista es regirse por la máxima de que “el mundo, lo que importa es transformarlo”. Entra una nueva intervención. En Venezuela, en las últimas elecciones, dos millones de personas no fueron a votar. No es que votasen a la extrema derecha, es que no fueron a votar. A él le llegan casos de personas que han recibido una casa de la Misión Vivienda Venezuela y que están bailando de alegría porque ha triunfado la oposición. En un estado asistencial, el trabajador y la trabajadora no son conscientes de su derecho. El estado de Israel, nos guste o no, es un estado soberano, del mismo modo que la República Sudafricana lo era en la época del Apartheid. Lo que no está en tela de juicio es la soberanía del estado de Israel. El estado de Israel no es un estado judío, no está en la Constitución. Es un estado reconocido internacionalmente, siendo la Unión Soviética de los primeros que lo reconocieron. Nosotros desde aquí nos somos quiénes para darle o quitarle potestad de soberanía. Para lo que sí estamos es para denunciar políticas que son de apartheid, del mismo modo que podemos denunciar al régimen genocida que gobierna hoy en el estado de Israel. Si la memoria no le falla, esa es la postura del Partido Comunista de Israel. Un nuevo camarada que aún no había intervenido declara que el documento le parece interesante y positivo y sirve para una discusión. Y, obviamente, esa discusión va a ser -debería ser- muy larga. Como prueba de la importancia del debate, señala como durante el transcurso de la reunión, en la que ha habido temas muy intensos, no podía evitar estar de acuerdo con cada uno que tomaba la palabra, dado que desde todos los puntos de vista venían aportaciones interesantes. Toma como ejemplo la discusión sobre la transferencia de rentas del sur al norte de Europa. Él sí que piensa que hay esas transferencias de renta. Pero lo que sí debía pasar es que los que defiendan una postura expliquen los mecanismos, sobre todo la deuda, que hace posible esa transferencia. En el tema de la Internacional, más allá de la propuesta de Chávez, incluso más allá de la propuesta del propio documento, cuyo autor ya ha declarado que ha metido la propuesta con cierta intención provocadora, lo que opina el camarada es que es necesario tratar este tema, es necesario ir construyendo una coordinación internacional. En esta coordinación él ve dos niveles: un primero en el que se podrían establecer contactos con organizaciones progresistas o de izquierdas -en el sentido fuerte de la palabra- y un segundo en el que se establecieran contactos con organizaciones netamente comunistas. Una construcción de coordinación en la que vayamos apoyándonos en las luchas unos a otros. En el tema de las corrientes tenemos que ir tendiendo puentes y ver los que han empezado a tender otros. Un compañero trae una lista de anotaciones sobre el documento que pasa a revisar una a una: En la página 4 apoya la frase “si no revertir, parar o impedirlos, organizar, impulsar y solidarizarnos con cuantas Resistencias sean menester” y cita ejemplos de luchas que requieren apoyo. En cualquier caso, recuerda que hay que distinguir las falsas luchas populares como las de la plaza Maidan y sus apologetas como Alba Rico. Hay que distinguir cuándo algo es una revolución del pueblo o una revolución de colores. En la misma página se hace una mención a la división primer-tercer mundo. El camarada nos recuerda que todos somos clase trabajadora más allá de las divisiones. En el caso de Venezuela, que es mencionada al final de la misma página, no basta con explicar porqué la revolución ha perdido apoyo. Hay que dar explicaciones prácticas de cómo se combate un ataque económico, cómo se contrarresta un bloqueo. Es un tema que luego se vuelve a mencionar en la página 14. Sobre el tema de la Internacional, del que tanto se ha hablado, cita tres referentes en Europa que no hay que olvidar. Uno es el Partido Comunista de Grecia, el más potente del continente, el Partido Comunista de Portugal y, finalmente, el Partido Comunista de la Federación Rusa. En la página 6, la frase “el papel preponderante del imperialismo norteamericano parece estancarse...” le hace dudar. Para él no está nada claro que el imperio norteamericano esté condenado a caer. La experiencia del capitalismo europeo y norteamericano para resurgir de sus crisis está más que probada. Sobre el tema de los refugiados, hay que apoyarlos, pero no le parece casual. A la economía alemana le interesa ese flujo de mano de obra barata. Hay que ver qué hay detrás de este flujo migratorio, por supuesto cuidando muy bien de no dar a entender posturas de extrema derecha. Sobre la mención al régimen de al-Asad, diciendo el documento que es un régimen burgués -lo cual admite- cree que habría que recordar que estamos antes un país en el que la producción de petróleo sigue siendo estatal. También en referencia a Siria, el apoyo que hace de Rusia en su labor en este país hay que tomarla con cautela. Él está convencido de que, si le interesa dentro de unos meses, Putin no dudará en dejar a Siria en la estacada. En la página 15 se habla del pueblo saharaui y kurdo. El pueblo kurdo pueden ser los nuevos bosnios. Hay dos kurdos: los de Turquia y los de Siria e Iraq. Estos últimos son una cuña del imperialismo. [ Se crea cierta polémica en la reunión discutiendo si los kurdos sirios juegan el mismo papel que los de Iraq o no ] Sobre el Dombass, siendo una de las luchas más importantes que hay en Europa ahora mismo, para él hay que tener cuidado con las oligarquías que, jugando a dos bandas, se están haciendo con el control de la zona. Han asesinado a varios mandos militares opuestos a la negociación y según parece están intentado desmantelar la brigada comunista. Donde se trata el punto de la salida de la OTAN, punto que apoya, cree que debía ir seguido de una discusión sobre qué modelo de defensa vamos a querer. Se cierra el acto recordando que el día 12 de marzo las reuniones de todas las comisiones van a ser paralelas e invitando a los camaradas interesados en este documento a inscribirse en su sesión.  

Convocatorias

11F: Manifestación #HuelgaNoEsDelito, es un derecho.

11 de febrero. mani derecho a huelgaManifestación por el derecho de huelga. jueves 11 de febrero de 2016, 18:30h. De Cibeles a Sol. En estos momentos hay más de 300 trabajadores y sindicalistas con procedimientos judiciales abiertos an base al artículo 315.3 del Código Penal. En muchos casos se pide pena de carcel. Ocho compañeros de la empresa Airbus se enfrentan actualmente a un juicio en el que el fiscal solicita para cada uno de ellos más de ocho años de carcel. La participación en piquetes informativos es un derecho. Libertad sin cargos para las compañeras y compañeros encausados. Derogacíon del artículo 315.3 del Código Penal y de la Ley Mordaza.

13F: Manifestación contra la represión.

13 de febrero. mani antirepresivaManifestación contra la represión. sábado 13 de febrero de 2016, 18:00h. De Sol al Ministerio de Justicia. Toda la información, comunicado y adhesiones aquí.
Redifusión libre Lista de distribución del Boletín Rojo del EECDirección de correo: encuentrocomunista@yahoo.es