La tarea de recogida de fondos en solidaridad con la causa palestina, y destinados a la reconstrucción de hospitales y escuelas, organizada desde Red Roja por Ángeles Maestro y otras dos militantes de su organización entre 2014 y 2015 ha conducido a las mismas a ser acusadas ante la Audiencia Nacional -heredera del Tribunal de Orden Público del franquismo- como financiadoras del terrorismo, pudiendo llegar a ser condenadas hasta a 10 años de cárcel y a una multa de 25.000 euros. Y todo por el hecho de que la primera partida económica de dicha recogida de fondos fuese entregada a Leila Khaled, dirigente del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). El FPLP, de carácter laico, es la segunda organización más grande, tras Al-Fatah, de las que integran la OLP..
Desde el Espacio de Encuentro Comunista no pretendemos justificar la decisión de las camaradas de Red Roja, porque ello sería admitir que hay algo ilegitimo en su acción solidaria, lo que no sería otra cosa que una vergonzante admisión de culpa donde no la hay, sino mera y simple solidaridad con un pueblo masacrado.
Nos limitamos, en consecuencia, a puntualizar las siguientes cuestiones:
- Exigimos la exoneración de Ángeles Maestro y de sus compañeras y el cierre del proceso inquisitorial abierto contra ellas por la Audiencia Nacional.
- Criminalizar la solidaridad entre los pueblos señala una toma de partido del Estado español como parte interviniente en la violencia bélica contra los pueblos oprimidos del mundo, ya sea en guerras declaradas o no.
- La resistencia palestina en todas sus formas es una respuesta legítima al genocidio que sufre este pueblo por parte de los sionistas del Estado de Israel. Condenar la solidaridad con dicha resistencia equivale a hacerlo hoy, desde las ideologías revisionistas del fascismo, respecto al internacionalismo de millones de hombres y mujeres en defensa del legítimo gobierno de la II República en su lucha contra quienes se levantaron contra ella.
- Denunciamos el papel de comparsa de los órganos judiciales españoles respecto a los intereses de Israel y de sus máximos protectores, EE.UU. y la UE. Del mismo modo, denunciamos el papel subsidiario respecto a dichos intereses de todos los gobiernos existentes en España desde 1978 hasta hoy.
- Exigimos que el gobierno entrante español actué de forma decidida en defensa del derecho del pueblo palestino a unas fronteras claras, respetadas y seguras en un Estado internacionalmente reconocido.
BASTA DE REPRESIÓN CONTRA LOS TRABAJADORES EN TODAS SUS FORMAS.
DESENMASCAREMOS LA CONNIVENCIA DEL ESTADO ESPAÑOL Y DE LA UE CON EL SIONISMO.
