Hacia la unidad de acción



Me duele hablar de esto, no voy a negarlo, siempre he sido leal a mi partido (Izquierda Unida) desde que cogí el primer voto allá por las elecciones generales del año 2000 (ganó Jose María Aznar) cuando por fin pude votar en este país. En ese momento cumplía 21 añitos, y pensaba que el voto cambiaría algo la situación de la clase trabajadora. Fui interventor, apoderado, pero no militante, quizás ese fue el problema, no ayudar mucho más a mis camaradas, todos tenemos derecho a equivocarnos.

Mirando hacia atrás en el tiempo, podemos observar la deriva y descomposición que se ha producido en la izquierda, por luchas internas, derivas calificadas de reformistas, pérdida de principios fundacionales en sus organizaciones etc... No voy a entrar en los motivos, sólo voy hablar de principios, es decir de las líneas rojas que se han traspasado.

Partido Comunista de España (PCE) fundado en 1921 de una escisión del Partido Socialista cuando se abandonaron las tesis marxistas, se le reconoce por su gran lucha durante el franquismo y desde la clandestinidad y la ilegalidad.

Izquierda Unida, inicialmente coalición de partidos, que recogió todo el descontento social de izquierdas, manteniendo su oposición a la OTAN y sus principios marxistas, feministas, con posición de clase, al menos en su programa de mínimos. Hay que reconocer que fue el partido que consiguió aglutinar el descontento de gran parte de la izquierda de este país, y mostró signos de unidad. En este partido se encontraban partidos como (PCE,PF,UJCE entre otros).

Actualmente la descomposición es una constante en Izquierda Unida, traicionando sus principios de fundacionales de oposición a la OTAN. Tenemos a su propio coordinador general firmando de manera colegiada en el consejo de ministros, las órdenes de envío de armas a Ucrania por parte del gobierno español. La deriva actual con la expulsión del UJCE (Juventudes Comunistas) es una más de las expulsiones producidas dentro de esta organización, junto con las anteriores de militantes críticos con la organización en Madrid, después de la “absorción” sin consultar a la militancia dentro de Unidas Podemos. Y por último del Partido Feminista por el intento de la ideología queer, adoptada por esta organización, de borrar a las mujeres de ámbitos de actuación de sus propios derechos.

Es decir, se trata de una deriva autodestructiva de sus propios principios e ideales, que sólo llevan a la desaparición de una fuerza política que consiguió aglutinar gran parte del descontento social. Es una lástima llegar a esta situación para que surja algo nuevo, que no será aquello que borre de sus mítines banderas republicanas o comunistas como ocurrió con SUMAR esta semana. Pero no nos equivoquemos, es mucho más difícil construir que destruir olvidando la historia.

Saludamos a los camaradas expulsados o descontentos y les invitamos a sumarse a la unidad de acción sin olvidar la experiencia y sabiduría propias.

Julio de 2023


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