Decía Karl Marx que “las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época” (Karl Marx, La ideología alemana p.221). Hoy, la clase dominante, fiel a su objetivo de asegurar su poder y dominación, se esfuerza en hacernos creer que el Primero de Mayo es una fiesta, un día de celebración y desfiles. Es esta misma clase, la que tiene en su poder los medios de producción y comunicación, la que se empeña en presentarnos como inmutables las relaciones económicas y la explotación que sufrimos a diario bajo la barbarie capitalista.
La dura realidad es que no hay nada que celebrar y sí mucho por lo que la clase trabajadora ha de luchar. Entre muchas de esas necesidades de lucha se impone la de recuperarnos como ese sujeto político que tan decisivo demostró ser en su lucha contra la dominación y la explotación capitalista.
Hoy vivimos un periodo caracterizado por fuertes turbulencias económicas y crisis periódicas que se traducen en un grave retroceso de las condiciones de vida de la clase trabajadora. Una clase trabajadora que, en el caso español, está completamente huérfana de representación política. Esta orfandad, así como la cada vez más débil conciencia de clase, tiene unos responsables: esos partidos y sindicatos autodenominados de izquierda que han abandonado el discurso y la estrategia de clase.
Las cifras oficiales nos dicen que el salario de los trabajadores y las trabajadoras en España disminuyó un 5,2% en relación a 2022, que 826 trabajadores y trabajadoras perdieron la vida durante dicho periodo, lo que supone un incremento del 17,2% respecto al año anterior; que 13 millones de personas en España viven en el umbral de la pobreza, de los cuales 6 millones padecen pobreza extrema; que en 2022 los salarios sufrieron la mayor pérdida de poder adquisitivo de las últimas dos décadas; que los sueldos pactados por convenio subieron un exiguo 2,8%, tres veces menos que la inflación media del año, la cual se situó en el 8,4%; que la pobreza se cronifica y ya el 27,8% de la población española estaba en 2022 en riesgo de pobreza y exclusión social.
Con todo ello, estas cifras oficiales son incapaces de dibujar la cada día más dramática situación de la clase trabajadora: desempleo, empleo precario, accidentes laborales, suicidios, carga fiscal abusiva y desigual, pensiones de miseria, mileurismo, políticas laborales de desregulación y “flexibilización” con su correspondiente pérdida de derechos, privatización de los sectores públicos…
No es, pues, la hora de la celebración sino la hora de la ofensiva. Es la hora de aunar fuerzas y recuperar un Primero de Mayo combativo. La hora de construir una alternativa comunista coherente con las necesidades de los trabajadores y trabajadoras de este país.
Viva la lucha de la clase obrera!
No te lamentes, organízate!!!
Espacio de Encuentro Comunista, mayo de 2023