Hay un error frecuente en amplios sectores de la clase trabajadora y de sus organizaciones, estables o coyunturales: la creencia en que dentro del Estado burgués y de una sociedad capitalista hay gobiernos amigos y enemigos. No existe tal cosa, del mismo modo que tampoco existe la cuadratura del círculo.
La apariencia de mayor o menor sensibilidad a nuestras demandas y exigencias como clase tiene que ver con la forma; casi nunca con el fondo de la cuestión.
En un Estado capitalista en el que el capital exige la austeridad a los gobiernos, y en el que lo que es gasto social se opone a ...