En el texto de la Asamblea del EEC de 2018 describíamos un panorama económico internacional de escasos beneficios empresariales con tendencia a la baja1. En aquel momento ya explicamos que, siendo la perspectiva de beneficios la razón de la inversión capitalista (y no al revés, como afirman los keynesianos), no era de esperar ningún repunte económico si no entraban en juego el recurso al capital “ficticio”. Si en aquel texto planteamos que las posibilidades estaban solo entre la crisis declarada, la lenta agonía o la burbuja seguida de crisis, en febrero de 2020 era la segunda de estas opciones la ...
Leer más...